Son muchas las ocasiones en las que nos encontramos en un estado emocional o en una situación que no somos capaces de describir o explicar con palabras. Para ello, existen frases que, por la universalidad que implica su significado, se han convertido ya en la clave para ciertas situaciones o reflexiones acerca de la vida y todo lo que la rodea. Frases que resumen aquello que no conseguimos expresar, que no sabemos hacer llegar a los demás.
Algunas de ellas incluso nos proporcionan una visión de la vida de la que muchas veces huimos porque sabemos que hacen referencia a estados existentes pero que queremos obviar. Otras, simplemente nos ayudan a dar sentido a aquello que nos pasa o nos ofrecen consejo porque son barras de medir comunes a cualquier situación.
Así es, como bien dijo el activista estadounidense, con frecuencia tendemos a ver con más facilidad las malas acciones que las buenas. Culpando a aquellos que fallaron una vez, aunque estos mismos nos hayan ayudado mil veces a no caer.
Sin duda alguna, la vida es un conjunto de sucesos tan impredecibles que, aunque seamos nosotros los que provocamos algunas de las cosas que nos pasan, al fin y al cabo, las consecuencias de la mayoría de ellas en la vida nunca es cosa nuestra. Así que, en la vida, como diría Julio César: “Alea iacta est”, una frase que utilizamos sin conocer realmente su significado. Y es que, la incerteza de la vida hace que todo sea probable.
Muchas veces sufrimos por nuestra incapacidad para aceptar las cosas tal y como son. Creamos una realidad en nosotros mismos que no existe y, cuando las cosas no salen cómo creíamos, sufrimos porque somos incapaces de aceptar la realidad.
Al final, son nuestras acciones las que nos definen y no aquello que decimos. Sin actos no hay prueba ni constancia de lo que uno es.
A veces, nos torturamos con las cosas que no hicimos o con las decisiones que no tomamos sin saber que el pensamiento sobre lo que no ocurrió no nos dará la respuesta de aquello que no existe.
¿Cuántas veces juzgamos a los demás sin mirarnos primero a nosotros mismos? Antes de opinar debemos conocer bien sobre lo que uno va a hablar ya que puede que uno mismo haya sido, en alguna ocasión, el protagonista de aquello que está juzgando.
Como dice el escritor colombiano, en la realidad del día a día está la esencia de todo. Nada nos hará sentir más empatía que leer aquello que nos resulta familiar.
No desistir y dar siempre lo mejor de nosotros mismos es la clave para poder realizarnos como seres humanos. Si nos quedamos quietos, siempre nos encontraremos en el mismo lugar.
Errar supone aprender. Cuando uno comete un error, este nos enseña más de lo que puede hacerlo un acierto. Si uno no es consciente de lo que está mal, nunca sabrá lo que está bien.
Si construimos en nuestra mente una idea idealizada sobre lo que debe ser, en lugar de aceptar lo que en realidad es, estaremos expuestos a que esa idea no se cumpla y, por tanto, sentir la tristeza y decepción de una realidad que nosotros mismos hemos creado.