Aunque algunos embarazos ocurren de repente, sin esperarlo y de forma imprevista, en la mayoría de las ocasiones suele ser algo previsto. En caso de que hayas decidido dar el paso a la maternidad, es sumamente aconsejable hacer algunas cosas antes de embarazarte, como forma, sobre todo, de conseguir preparar el cuerpo y así tener un embarazo y un bebé lo más saludable posible.
Esto es debido a que, antes del embarazo, es de vital importancia asegurarse de que, por ejemplo, se ha seguido una alimentación lo más saludable y nutritiva posible, adoptando medidas que aseguren que se estarían aportando todos los nutrientes necesarios para la gestación.
Como veremos, esto incluye especialmente la administración de ácido fólico, el cual es esencial para prevenir el desarrollo de defectos congénitos en el bebé en desarrollo. Esto es particularmente importante, especialmente si tenemos en cuenta que este tipo de defectos pueden desarrollarse y formarse incluso mucho antes de que la futura mamá sepa que está embarazada.
De ahí que sea fundamental asegurarse un aporte adecuado de ácido fólico como medida preventiva, especialmente durante al menos los 3 meses anteriores a la concepción. Pero también es algo imprescindible con otros nutrientes igual de importantes, como por ejemplo es el caso de la vitamina B12, el hierro o el yodo. Pero vayamos por partes.
La importancia de programar una visita con el especialista
Un chequeo previo a la concepción puede convertirse en una opción excelente, sobre todo cuando hace tiempo que la mujer no se realiza una revisión ginecológica.
En esta cita, sobre todo si se le indica al médico la intención de conseguir el embarazo, lo más probable es que el especialista revise el historial médico personal y familiar, la salud actual y preguntará acerca de cualquier suplemento o fármaco que se esté consumiendo.
Esto es debido a que determinados medicamentos o suplementos pueden no ser seguros durante la gestación, por lo que es posible que sea necesario cambiarlos o evitarlos antes de intentar concebir, debido a que algunos pueden llegar a almacenarse en la grasa corporal y permanecer en esa área durante bastante tiempo.
También es probable que el médico recomiende o aconseje un multivitamínico, como forma de asegurar el correcto aporte de aquellas vitaminas y minerales esenciales tanto antes como durante el embarazo, entre las que, precisamente, el ácido fólico, el hierro o el yodo son particularmente importantes.
Por otro lado, es posible que el médico recomiende una dieta específica, teniendo en cuenta el peso que se tenga en esos momentos y aconseje llevar a cabo algún tipo de actividad física, la cual es sumamente recomendable para la buena marcha del embarazo.
Y, por último, también es posible que se asegure de que la mujer se encuentra al día con sus vacunas, y podría incluso recomendar llevar a cabo una prueba de inmunidad a determinadas enfermedades infantiles, como sería el caso de la rubéola o la varicela.
Empezando a tomar ácido fólico
Como te hemos comentado, es esencial tomar un suplemento de ácido fólico, no solo durante la gestación, sino unos meses antes de que se produzca la concepción. De hecho, se recomienda al día tomar al menos 400 microgramos (mcg) de ácido fólico diariamente durante, al menos, entre uno a tres meses antes de concebir, y sobre todo a lo largo de todo el primer trimestre de gestación.
¿Por qué? Muy sencillo: esto ayudará a la hora de disminuir las probabilidades de tener un bebé con defectos del tubo neural, como por ejemplo sería el caso de la espina bífica. De hecho, se calcula que tomar un suplemento de ácido fólico el tiempo suficiente es fundamental para reducir el riesgo entre un 50 a un 70 por ciento.
Es más, tomar ácido fólico también es particularmente interesante a la hora de prevenir otros defectos de nacimiento, por lo que se trata de uno de los suplementos prenatales más importantes.
Evitar el alcohol y el tabaco
¿Sabías que tanto el cigarro como otras drogas pueden incidir en la aparición de abortos espontáneos, partos prematuros o bebés con bajo peso en el momento del nacimiento?
Es más, se ha encontrado que el consumo regular de tabaco puede afectar de forma tremendamente negativa a la fertilidad, reduciendo a su vez el recuento de espermatozoides en el hombre. Por tanto, cuando se está buscando el embarazo, no se trata precisamente de un hábito muy recomendable.
A su vez, ocurriría algo similar con el alcohol. Incluso aunque todavía no se esté embarazada, los expertos aconsejan dejar las bebidas alcohólicas por completo, puesto que no existe una cantidad establecida como “segura” para el bebé en desarrollo.
Es más, se sabe que el consumo de bebidas alcohólicas durante la gestación puede terminar afectando gravemente al bebé, aumentando el riesgo de síndrome de alcoholismo fetal, con graves consecuencias para el pequeño a lo largo de toda su vida.
Optar por seguir una dieta lo más saludable posible
Además de seguir una suplementación a base de ácido fólico, hierro y yodo, también es imprescindible empezar a comer de forma más saludable (especialmente si no lo has hecho ya).
Recuerda, eso sí, que originalmente es falso que se tenga que comer por dos, pero sí es importantísimo escoger siempre los alimentos más nutritivos, para que el cuerpo de la futura mamá se encuentre adecuadamente abastecido con los nutrientes necesarios para disfrutar de un embarazo sano.
En este sentido, se aconseja consumir al menos entre dos a tres tazas de fruta fresca al día, y entre una a dos tazas de vegetales, además de granos integrales (repletos de fibra), alimentos con alto contenido en calcio y escoger fuentes saludables de proteínas.