Síntomas del embarazo

Principales síntomas y molestias durante el embarazo

¿Estás embarazada o crees que puedes estarlo? Descubre algunos síntomas y molestias que pueden ayudarte a descubrirlo.

¿Cuáles son los primeros síntomas del embarazo?

Al principio del embarazo, los síntomas (como las náuseas, fatiga, dolor en los senos o sentido del olfato más agudo y preciso) no son necesariamente comunes para todas las mujeres embarazadas.

Aún cuando es cierto que, al comienzo de la gestación, las náuseas matutinas, la fatiga, el dolor de pecho y el dolor de estómago tienden a ser bastante comunes en la mayoría de las ocasiones. No obstante, todas las mujeres (y los embarazos) son diferentes. De hecho, los síntomas del embarazo no tienen por qué ser necesariamente los mismos para todas.

Esto significa que algunas mujeres pueden no experimentar síntomas, casi nada, o uno o dos síntomas, como mucho. Y, en realidad, no hay nada anormal en ello. Al igual que, otras futuras mamás, pueden llegar a describir absolutamente todos los síntomas de la gestación. 

Pero, ¿cuándo aparecen y surgen estos síntomas? Nuevamente, varían mucho de una mujer a otra, aunque, por lo general, tienden a aparecer entre un mes y un mes y medio desde el momento en que se produce la concepción.

En cualquier caso, tal y como conoceremos a continuación, no hay duda que el embarazo se manifiesta con síntomas y signos bastante reconocibles, aunque es imprescindible tener en cuenta algo fundamental: no todas las mujeres los sienten necesariamente, o con la misma intensidad. 

Falta de la menstruación

Especialmente cuando los ciclos son regulares, la falta del período puede ser uno de los primeros cambios que más tienda a llamar la atención. Sin embargo, a menudo este es un signo que, en ocasiones, puede acabar pasando desapercibido, sobre todo cuando la mujer tiene ciclos irregulares o muy ligeros.

Náuseas (más o menos severas)

Las populares “náuseas matutinas” pueden afectar a la futura mamá desde las primeras semanas de embarazo. Este fenómeno tan común puede durar todo el día o incluso por la noche, aunque también es habitual que surjan únicamente por las mañanas, justo en el momento en que la mujer se levanta de la cama. Además, puede ir acompañado de vómitos.

Las náuseas generalmente desaparecen al comienzo del segundo trimestre de la gestación. Es más, en caso de que no sea posible retener ningún tipo de alimento o bebida en el estómago, por el riesgo que para la correcta evolución de la gestación supone, es conveniente consultar al médico.

Esto es debido a que puede tratarse de hiperemesis del embarazo, una condición para la que existen diferentes tratamientos disponibles. Pero, si no se trata debidamente, puede poner en riesgo la salud de la futura mamá y la del feto.

Senos más sensibles

Las hormonas tienden a hacer que los senos estén más tensos, doloridos y pesados, lo que también genera cierta incomodidad. Es común que los senos, de hecho, sea una de las partes del cuerpo que más cambios tienen al principio.

Es importante invertir en sujetadores buenos y adecuados, que sean sobre todo cómodos. Es más, los sujetadores de algodón sin aros y con tirantes anchos pueden ser muy adecuados a la hora de asegurar un buen soporte para los senos.

Micción mucho más frecuente

A medida que el útero se expande y crece, tiende a presionar la vejiga. Lo que desencadena la necesidad de orinar, que a veces se corresponden, en realidad, como falsas alarmas.

Fatiga y cansancio intenso

Muchas embarazadas suelen sentirse muy cansadas, sobre todo al comienzo de la gestación. Por ejemplo, es común que, a veces, sientan un deseo constante de dormir, además de experimentar distintos estados de somnolencia.

Esto se explica por los diferentes cambios hormonales que ocurren en su cuerpo para preparar al organismo para la gestación; y, particularmente, por la acción de la progesterona.


Cambios en los gustos por la comida

Es habitual también que las diferentes preferencias alimentarias pueden cambiar con el embarazo. Por ejemplo, la mujer puede sentirse disgustada y con náuseas ante ciertos olores, o incluso querer comer cosas que antes no necesariamente le gustaban.

Otros síntomas propios del comienzo del embarazo

Los cambios de humor, la aerofagia (acumulación de aire tanto en el esófago como en el estómago), el estreñimiento, los calambres musculares y un mayor flujo vaginal de lo considerado como normal tienden a convertirse también en algunos de los posibles signos y síntomas típicos del principio del embarazo.

Síntomas del segundo trimestre del embarazo

A partir del segundo trimestre es común que el cuerpo comience a cambiar por completo. En este momento, no hay duda que las cremas para prevenir las estrías se convierten en indispensables, por lo que es sumamente recomendable aplicarlas tanto por la mañana como por la noche, masajeando bien el área para conseguir que puedan penetrar bien.

La pigmentación de la piel también cambia. Por ejemplo, es común que los pezones se tornen con una tonalidad más oscura. Además, puede aparecer una línea vertical marrón en el estómago. 

A su vez, los senos continúan hinchándose, y el tamaño de los senos también crece. Además, el calostro (un líquido espeso y amarillento) puede empezar a gotear de los pezones. 

Trastornos venosos

Durante el segundo trimestre el volumen de sangre aumenta, provocando la dilatación de las venas. Así, pueden aparecer las venas varicosas, especialmente en el área de las piernas. Para reducir este fenómeno, es conveniente utilizar ropa lo más holgada y cómoda posible, y levantar las piernas mientras estás acostada.

Otra consecuencia de la dilatación de las venas pueden ser las hemorroides, muy común en las mujeres embarazadas, algo que puede incluso verse acentuado por el estreñimiento, otra molestia típica de la gestación. 

Síntomas del tercer trimestre del embarazo

Nos encontramos ante la última línea recta del parto. Pero, es cierto, el tercer trimestre de embarazo no es fácil. El dolor de espalda es uno de los síntomas más típicos, debido al vientre redondeado que continúa creciendo a medida que el bebé sigue aumentando de tamaño y desarrollándose.

La acidez de estómago es otra de las consecuencias más típicas, puesto que el bebé presiona el estómago. En esta etapa es recomendable optar por varias comidas ligeras, repartidas a lo largo del día.

Además, durante esta etapa es igualmente común que vuelva a aparecer la fatiga y el insomnio, especialmente las últimas semanas, debido no solo a la preocupación, sino a los posibles movimientos del bebé.

Igualmente, existen otras dolencias comunes en esta etapa, como la necesidad frecuente de orinar, los cambios de humor, las venas varicosas, calambres (sobre todo en las piernas), dolor de cabeza y flujo vaginal.