A la hora de diagnosticar la infertilidad, es necesario tener en cuenta:
Enfermedades sistémicas: diabetes, trastornos renales, disfunción tiroidal, anorexia nerviosa, enfermedades del hígado, hemocromatosis, trombosis vascular.
Hipotálamo: trauma cefálico, demasiado sobrepeso, estrés, ejercicio excesivo, lesiones del sistema nervioso central, síndrome de Kallman, desórdenes alimenticios, irradiación del sistema nervioso central para tumores de la infancia.
Pituitaria: tumores (prolactinoma, enfermedad de Cushing, acromegalia), panhipopituitarismo posparto (síndrome de Sheehan), irradiación del sistema nervioso central para tumores de la infancia, trauma cefálico, uso de antidepresivos o de otros medicamentos psicotrópicos.
Ovarios: endometriosis, síndrome ovárico poliquístico, tumores, trauma quirúrgico, daños por radiación o quimioterapia, gónadas disgénicas, tabaquismo, alcoholismo, falla ovárica prematura.
Trompas de Falopio / pelvis: uso del DIU, enfermedad inflamatoria pélvica, hernia de la apéndice, embarazo ectópico previo, cirugía pélvica previa, endometriosis, enfermedades de transmisión sexual.
Útero: malformaciones embriológicas del útero, inadecuación de la fase lútea, instrumentación quirúrgica previa, sinequia intrauterina (síndrome de Asherman), fibroides.
Cuello del útero: historia de exposición al dietilestilbesterol, cirugía cervical previa, congelamiento previo o procedimiento LEEP, incompetencia cervical con el parto, cuello del útero doble.
Vagina: malformaciones embriológicas (por ejemplo, septum vaginal, himen imperforado), relaciones sexuales dolorosas, vaginismo, incapacidad para llevar a cabo el acto sexual.
Testículos: paperas durante la infancia, daño testicular, enfermedades de transmisión sexual, varicela, exposición a toxinas (tabaco, alcohol, mariguana, sulfasalacina).
Órganos sexuales accesorios incluyendo el pene: Disfunción sexual, lesiones, impotencia, lesiones de la columna vertebral, fluido seminal escaso.
Recomendaciones: La mayoría de los médicos estandarizan esta historia para ayudarse a determinar los factores históricos potenciales que pueden llegar a ser responsables de un problema de infertilidad. Ante cualquier sospecha de que exista alguno de estos problemas, es necesario acudir con un experto para que él determine el camino a seguir.