Son muchas las mujeres que experimentan la angustia que supone no quedarse embarazada dentro de un tiempo prudencial. De hecho, aunque suele pensarse que en la mayoría de las ocasiones, una vez se abandona el método anticonceptivo (como podría ser el caso de la píldora), el embarazo ocurrirá y llegará muy pronto, no siempre es así.
De hecho, los expertos son claros en este sentido: cada mes, siempre y cuando ningún miembro de la pareja presente problemas de fertilidad o de salud, se tienen entre un 15 a un 20 por ciento de posibilidades de embarazo.
Sin embargo, cuando este no llega, se recomienda que, después de 12 meses sin que se haya producido la concepción (en el caso de mujeres menores de 30 años de edad), acudan al especialista en fertilidad. Y este período de tiempo se reduce a los 6 meses cuando la mujer es mayor de 35 años.
Incluso aquellas mujeres que logran quedarse embarazadas, pero no consiguen que dicho embarazo llegue a término, también son calificadas de infértiles.
La importancia del factor tiempo
El factor tiempo es lo primero que hay que mirar, entre otros muchos, pero es imprescindible entender que la probabilidad de concebir es solo de un 20% en cada relación sexual, por lo que es realmente difícil, y la única opción es esperar con tranquilidad y paciencia a que suceda.
Cuando pasa el tiempo que hemos mencionado anteriormente, entre 6 meses y 1 año y no se ha logrado la concepción, es cuando los futuros padres deberán acudir al médico para comenzar una serie de estudios necesarios y llegar al fondo del problema, si es que existe.
En primer lugar, la cantidad o veces que se mantienen relaciones sexuales durante el mes cuenta, pues es recomendable mantener relaciones durante la ovulación de la mujer al menos cada dos días, para aumentar las probabilidades de concebir.
Quedarse embarazada es un largo proceso que ocurre en el interior de la mujer y conlleva varios pasos, como es la liberación del óvulo durante la ovulación, dicho óvulo debe recorrer las trompas de Falopio, donde deberá encontrarse con los espermatozoides liberados por el hombre y conseguir que uno de ellos traspase la barrera y llegue a fertilizarlo.
Así, este óvulo fertilizado seguirá su camino hasta la matriz, donde se implantará para seguir su proceso de división y convertirse en embrión.
En el caso de no concebir, de manera natural y teniendo relaciones regulares, es momento de plantearse si existen otros factores que están frenando la posibilidad de concebir.
Los hombres también sufren infertilidad
La infertilidad no es un problema específico de las mujeres, pues los hombres también sufren de infertilidad por otro tipo de factores que habría que tener en cuenta. Y en algunos casos, son ambos progenitores quienes tienen problemas para concebir, lo que provocará que se complique aún más la posibilidad de conseguir un embarazo.
En cuanto a los problema de infertilidad en las mujeres, normalmente se centran en la ovulación, es decir, no hay óvulos suficientes para fertilizar. La mujer puede pasar por ciclos anovulatorios o ciclos irregulares que dificultan aún más conocer exactamente cuando existen óvulos para fertilizar.
Otras causas asociadas
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es uno de los grandes problemas de la ovulación, dicho desequilibrio hormonal provoca que la mujer tengan grandes problemas para ovular normalmente, lo que empeora su fertilidad.
Otro de los problemas que genera infertilidad en la mujer, es la insuficiencia ovárica prematura (IOP), pues es aquí donde los ovarios dejan de funcionar correctamente antes de los 40 años y disminuye aún más las probabilidad de ovular correctamente.
Otros problemas menos comunes, pero que ocasionan infertilidad, puede ser la obstrucción de las trompas de Falopio, causada a su vez por endometriosis, o enfermedad inflamatoria pélvica. Fibromas uterinos o problemas en el útero también ocasionan infertilidad y dificultan en la concepción.
Hábitos poco saludables
No obstante, existen otros factores o hábitos tanto en el hombre como en la mujer que son importantes a la hora de concebir. Hábitos como el fumar, el consumo de alcohol, el tabaco, una dieta deficiente o inadecuada, el trabajo y el estrés que genera, problemas de salud como diabetes o hipertensión y la edad son condicionantes, que debemos revisar a la hora de concebir.
Todos estos hábitos pueden provocar que el embarazo se retrase o que llegue más tarde de lo esperado. Es importante tener en cuenta estos factores, y llegar a encontrar el condicionante exacto por el cual la concepción no se está logrando. Quizá se estén cruzando diferentes factores y haya que identificarlos para poner una solución a cada uno de ellos, pero siempre y cuando sea bajo la supervisión de un médico.
En algunas parejas, más bien poco, la causa de la infertilidad es inexplicable o está sin diagnosticar, por lo que supone aún más angustia y estrés no saber cual es la causa exacta de infertilidad, si dicha infertilidad proviene del hombre, de la mujer, o de ambos y que problema exacto es el que está provocando dicha infertilidad.
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