Bullying escolar

Bullying escolar: todo lo que debes saber

Aunque puede identificarse fácilmente en ocasiones, en otras puede no serlo tanto. ¿Qué hacer y cómo actuar ante un caso de bullying escolar?

Aunque sabemos qué es el acoso escolar (también conocido habitualmente bajo el nombre de bullying escolar), y la mayoría de las personas sienten que comprenden bien en qué consisten, la realidad es que, en ocasiones, tendemos a tener una imagen ciertamente incompleta del problema. 

Como opinan muchos expertos, esto es incluso especialmente cierto cuando se trata, sobre todo, de comprender al niño que acosa (es decir, a los acosadores en sí), e identificar los distintos tipos de acoso que pueden darse.

Por ejemplo, es un completo error creer que todos los acosadores tienen una baja autoestima y son solitarios. De hecho, como coinciden en señalar muchos especialistas en este sentido, se calcula que originalmente existen un total de seis tipos comunes de bullying, y si bien es cierto que algunos acosadores sufren problemas relacionados con su autoestima, otros tienden a acosar porque se sienten autorizados para hacerlo.

Es más, se ha encontrado que muchos de los niños acosadores lo hacen por el hecho de ser más populares; por tener la intención de querer gobernar el colegio, escuela o instituto. Sin embargo, en el otro lado nos encontramos con los niños a los que intimidan y acosan, que pueden, incluso, llegar a convertirse en acosadores porque ellos también han sido víctimas de intimidación.

Incluso se ha encontrado que algunos niños pueden acosar e intimidad a otros debido a la presión ejercida por sus compañeros. Como vemos, el tema del bullying escolar es complicado y difícil de entender en algunas ocasiones, pero una cosa está clara: el acoso implica tener y ejercer poder sobre alguien, en la mayoría de los casos de forma total y completamente abusiva.

Como resultado, muchos de los niños que acosan o intimidan tienden a anhelar el poder, lo quese traduce en que ese niño en concreto busca mejorar su estado actual. 

Mientras tanto, otros niños, que participan también del acoso, lo hacen porque lo ven como un método ciertamente eficaz de controlar y manipular la propia jerarquía social existente en la escuela o en el colegio donde estudian cada día.

¿Sabías que cualquiera puede convertirse en víctima de bullying escolar?

Tal y como muestran las estadísticas, no todos los niños vergonzosos, tímidos y / o retraídos pueden ser víctimas de bullying o acoso escolar. Al contrario, prácticamente cualquier niño, independientemente del tamaño o de la edad que tenga, puede convertirse en víctima de un acosador.

Es más, si bien es cierto que existen determinadas características que, a menudo, llevan a los acosadores a apuntar a alguien en concreto, es un error asumir que, originalmnte, existiría un tipo de objetivo específico.

No en vano, incluso los niños más populares del colegio o de la escuela pueden ser también víctimas del acoso. Y es que no debemos olvidarnos en este punto de un detalle tan fundamental como importante: los niños son acosados porque, en algún momento dado, el acosador tomó la decisión de atacarlos.

Por otro lado, también es ciertamente incorrecto creer que algunos niños son acosados porque hicieran algo que causó ese acoso, o porque el niño afectado tiene personalidad de víctima. ¿Por qué? Muy sencillo: cuando tendemos a aceptar esta idea, retiramos la culpa del acosador (o agresor), colocándola sobre la víctima (cuando, evidentemente, no es lo más correcto).

De ahí que tengamos que tener algo claro siempre: la responsabilidad del acoso debe siempre recaer en los niños que lo hacen, dado que son los únicos que pueden escoger al respecto. Y nunca en la víctima. A su vez, es un completísimo error etiquetar a los niños que son acosados, puesto que, de esta manera, tendemos a dejar al acosador libre, e implica, a su vez, que la víctima merece ser victimizada, asumiendo tal papel de forma automática.

Puede ocurrir a cualquier edad

Al igual que cualquier niño / a puede sufrir acoso, el bullying escolar puede ocurrir a prácticamente cualquier edad. Si bien es cierto que el acoso, a menudo, tiende a empezar hacia el final de la escuela primaria, alcanzando su punto máximo en la escuela de secundaria, también puede empezar desde la edad preescolar.

Aún cuando la mayoría del bullying escolar ocurre en la escuela secundaria, no debemos olvidarnos de algo imprescindible: también puede llegar a trasladarse a la etapa adulta. No en vano, el acoso laboral es considerado a día de hoy como un problema cada vez más creciente, que alerta a los especialistas.

Por tanto, en realidad no importa la edad que tenga una persona, fundamentalmente porque los acosadores tienden a dirigirse a cualquiera que no se ajuste a la norma “aceptada”, enfocándose en ello. 

Además, también es común que intimiden a otros por los que tiendan a sentirse amenazados, o por quienes tengan algo que en realidad puedan querer, o porque actúan, hablan o se visten de forma diferente.

Puede tener consecuencias importantes

Ser blanco de un acosador, sobre todo a edades tan tempranas, puede acabar teniendo consecuencias importantes. No en vano, independientemente de la edad que se tenga, es común que la mayoría de las víctimas se sientan humilladas, solas y aisladas.

Por tanto, si no se aborda esa intimidación, a la larga podrían terminar surgiendo otros problemas mucho más graves, como trastornos de estrés postraumático, trastornos alimentarios, depresión e incluso acabar con pensamientos suicidas.


De ahí que sea fundamental que tanto los tutores, maestros y los propios padres estén siempre atentos ante la más mínima señal  que podría alertar acerca de la existencnia de un acoso escolar. Y actuar rápidamente y en consecuencia.