El queso feta es un queso tradicional de Grecia muy apreciado por su sabor, su textura y su aplicación culinaria. Es un queso elaborado generalmente con leche de oveja, aunque actualmente podemos encontrar feta elaborada con una mezcla con leche de cabra e incluso de vaca.
El queso feta se denomina así ya que en griego feta significa pedazo o corte, este queso como bien lo indica su nombre es cortado en pedazos pequeños, es un queso un poco ácido pero delicioso al paladar. Está hecho a base de leche de cabra y de oveja sin pasteurizar y a partir de cuajadas tratadas con salmuera.
Es un queso blanco, con pequeños orificios, muy blando casi desmenuzable al tacto y a diferencia de otros quesos, no posee alguna corteza en su exterior. Es un queso famoso en Grecia ya que es utilizado en las ensaladas y contiene muchas proteínas y calcio.
Además, es ingrediente básico de muchos platillos griegos como el Spanakotiropites o en los tradicionales pasteles de queso, además es parte de la dieta diaria de los habitantes de Grecia. Tip: El mejor vino para este tipo de queso es Pinot Blac, Pinot Noir, Sauvignon Blanc y Zinfandel.
Dado que es un queso fresco, que se elabora con leche sin pasteurizar, recién hecho y sin que haya alcanzado un punto de maduración, tiene un tiempo de vida más corto que otras variedades. No obstante, podemos alargarlo conservándolo en un lugar fresco o sumergiéndolo en aceite de oliva o salmuera.
Cómo utilizarlo
En Grecia, es uno de los ingredientes estrella de su ensalada más señera: la griega, allí conocida como 'joriátiki salata'. Aunque también lo incluyen en otras elaboraciones como el pastel y las empanadillas de espinacas, las sopas o los rigatoni, un tipo de pasta con silueta de tubo.
Sin embargo, el queso feta da para mucho más. Podemos untarlo en pan, usarlo como ingrediente de tortillas, pizzas o pasta. Además, casa a las mil maravillas con frutas, especialmente la sandía, el kiwi o el melón, con verduras como las espinacas e incluso frutos secos como las nueces, los piñones o las avellanas.
Propiedades
Si bien es una de las distintas variedades de quesos más particulares que se puede llegar a probar, es cierto que sus propiedades nutricionales pueden depender de la marca de leche con la que se elabora.
El feta es una fuente excelente de proteínas para todo aquel que no consuma carne y, a pesar de contar con niveles altos de grasas saturadas y sodio, consumido con moderación es un alimento muy beneficioso para nuestra salud.
El feta puede aportarnos una gran cantidad de vitaminas y minerales esenciales, como el calcio, las vitaminas A, B6 y B12, hierro, fósforo, zinc, potasio o magnesio (entre otros).
Entre los beneficios que se le atribuyen está la habilidad de prevenir la osteoporosis y algunos tipos de cáncer, reducir los dolores de cabeza y ayudar a combatir la anemia.