Según va transcurriendo tu vida, tú te transformas en lo que reflexionas y también atraes lo que piensas, de manera que todo lo que llega a tu vida, es porque tú lo has atraído previamente a través de tus pensamientos positivos o negativos.
La Fuerza de tus Pensamientos
Esto es un arma de doble filo en el sentido de que, si tú piensas cosas buenas o tienes ideas optimistas atraes hacia tu vida só lo cosas buenas u optimistas, pero si por el contrario, tus pensamientos son negativos o pesimistas, esto es lo que traes a tu vida. Todo lo que tienes almacenado en tu mente te ayuda a conducir tu vida de una forma más positiva o más negativa dependiendo de tus pensamientos.
Debes usar la mente para ponerla a tu servicio, y jamás debe controlarte o perjudicarte. Un ratito pensando en negativo te lleva a que tu cara se apague, y a fruncir el ceño, generando una disminución de energía o cierta desgana para hacer algunas cosas. Por ello, es importante que protejas tus pensamientos, ya que ellos determinan tu forma de actuar y tu destino.
Tienes que dilucidar entre cuáles te conviene tener en tu mente y cuáles debes deshechar por tu bien. Todos los acontecimientos que vivimos, ya sean buenos o malos, nos ayudan a ir forjando nuestro camino en la vida.
Para cambiar tu vida, debes empezar por modificar tus pensamientos. Insiste continuamente en los pensamientos de aquello que deseas y visualiza lo que quieres, porque al pensar en ello, los alimentas y aumentas en tamaño, ya que los pensamientos tienen la facultad de construir lo que es compatible con ellos.
Reflexiona sobre la clase de de pensamientos recurrentes que tú crees son un impedimento en tu vida e intenta anularlos cada vez que se presenten. Vigila de vez en cuando los pensamientos en que se ocupa tu mente y permite que tu atención se centre sólo en todo lo que puede resultar positivo para tu vida.
El poder que generan nuestros pensamientos es infinito. Cuando deseamos algo con todas nuestras fuerzas, el universo al completo conspira para que nuestros sueños se cumplan.
¿Quién Crea Nuestro Destino?
Normalmente se presume, sobre todo si eres creyente, que Dios es el único que conoce nuestro destino, y que sabe de dónde venimos y hacia dónde vamos. Con esto podría parecer, que nosotros no debemos hacer nada, que sólo tenemos que dejarnos guiar por los planes de Dios (nuestro destino), es decir, limitarnos a sobrevivir y no a vivir.
Pero a veces nos olvidamos de que también Él nos da plena libertad para pensar por nosotros mismos y elegir lo que deseamos hacer en la vida. La inseguridad de no saber lo que nos depara el destino nos hace, muchas veces, ser indecisos a la hora de optar por lo que queremos. Incide en lo que deseas, aprovechándote del poder que tienen tus pensamientos.
No te olvides nunca que tu vida es consecuencia de tus pensamientos, y debido a que nuestra mente es muy complicada, a veces nuestros pensamientos no están en sintonía con nuestros sentimientos, es decir solicitamos algo que ciertamente no queremos o simplemente tenemos pensamientos contradictorios, y es por eso que mucha gente no alcanza sus metas.
Tienes que saber usar tu mente y cuando no piensas lo que quieres pensar, cambia tus pensamientos por otros que sí quieres tener
¡Nunca pierdas el control de tus pensamientos! ¡Tu objetivo debe ser ¡controlar de manera eficaz tu vida! Recuerda siempre que tus pensamientos condicionan tu vida.
¿Qué piensa usted en este artículo? ¿Quién, piensa usted, controla nuestro destino?