Aunque es posible que no te suene tanto bajo el nombre de sabila, seguramente sí sepas de qué planta te estamos hablando cuando te digamos que también es popularmente conocida bajo el nombre de áloe vera.
Y es que es cierto que sus hojas, suculentas y con curiosa forma de roseta densa, contienen un maravilloso gel mucilaginoso, responsable de la mayoría de sus diferentes beneficios y propiedades, motivo por el cual ha conseguido convertirse en una opción a estudiar por parte de muchos científicos a lo largo de los últimos años, con respecto, precisamente, a varias de sus propiedades terapéuticas declaradas.
No en vano, el áloe vera se caracteriza por ser una planta que, originalmente, se viene utilizando de forma terapéutica durante muchos siglos, en distintos países, como por ejemplo podría ser el caso de Japón, China, India, Grecia, México y Egipto. En nuestro país, incluso, se caracteriza por ser una planta sumamente popular de las Islas Canarias, de donde de hecho procede.
Se convierte en un remedio popular para infinidad de problemas y trastornos, sobre todo de la piel. Por ejemplo, se convierte en un remedio tradicional excelente como calmante, a la hora de refrescar la piel después de un día, por ejemplo, de sol en la playa o en la piscina.
Gracias a esas cualidades calmantes, es una opción natural interesante para disminuir los síntomas y las molestias de las quemaduras leves, acelerando incluso la curación al proporcionar una serie de beneficios antiinflamatorios y antimicrobianos naturales que, además, son de muchísima ayuda para reducir el riesgo de que puedan producirse infecciones.
Pero, ¿qué beneficios proporciona, y de qué forma podemos aprovecharnos de ellos?
Interesantes beneficios antimicrobianos
La sabila ha demostrado ser particularmente interesante a la hora de proporcionar a la piel una serie de beneficios antimicrobianos y antibacterianos muy útiles en caso de lesiones leves, cortes y heridas pequeñas, por lo que podría ser de bastante ayuda para reducir el riesgo de formación de infecciones.
Ayuda a curar quemaduras
Gracias a sus evidentes y reconocidas cualidades hidratantes, refrescantes y calmantes, la sabila es una opción natural común a la hora de tratar y aliviar las quemaduras leves y superficiales.
Por ejemplo, de ha demostrado que es interesante a la hora de reducir el dolor y acelerar la cicatrización de las heridas relacionadas con quemaduras, siempre y cuando se aplique el gel fresco de sabila varias veces a lo largo del día en el área afectada.
Eso sí, esta opción no sería muy aconsejable en caso de sufrir una quemadura grave, puesto que, en estos casos, es más conveniente buscar atención médica, ya que es muy probable que se requiera de la prescripción de algún tipo de fármaco tópico específico.
Beneficioso para la salud digestiva
El consumo de áloe vera, sobre todo de forma interna, puede ser de mucha ayuda a la hora de cuidar el tracto digestivo, aliviando y curando incluso distintas dolencias del estómago, como podría ser el caso del síndrome de intestino irritable.
De acuerdo a algunos estudios, el áloe vera podría ser de cierta utilidad a la hora de aliviar los síntomas del intestino irritable, de forma más o menos significativa, sin ejercer, además, ningún tipo de efecto adverso.
A su vez, podría ser útil a la hora de inhibir el crecimiento de la bacteria H. pylori, que encontramos en el tracto digestivo y que, a largo plazo, podría aumentar el riesgo de formación de úlceras.
Ideal como hidratante y para aliviar el acné
Se ha demostrado que el áloe vera se convierte en una opción natural ideal para hidratar la piel, siendo de bastante ayuda a la hora de cuidar la piel y suavizarla, proporcionándole hidratación y humectación, indispensables a la hora de mantener su textura y suavidad.
Por este motivo es habitual encontrarlo como un ingrediente activo más en muchas cremas hidratantes y lociones corporales humectantes, debido a sus elevadas cualidades hidratantes.
Por otro lado, también se ha encontrado que la sabila podría ser interesante a la hora de ayudar a eliminar el acné, al disminuir la inflamación y originar menos lesiones cutáneas.
Cómo usar el gel de áloe vera fresco para disfrutar de sus beneficios
Lo cierto es que el gel del áloe vera se caracteriza por ser un producto cien por cien natural que, gracias a su textura y consistencia, puede usarse fácilmente, aplicándolo directamente sobre la piel, o bien siguiendo alguna receta de belleza útil para hacer preparaciones más elaboradas.
En cualquier caso, es perfectamente posible comprar el gel de áloe vera puro en las tiendas, optando para ello por productos que contengan únicamente gel de áloe vera como ingrediente principal (para lo cual tendremos que pararnos durante algunos segundos en el etiquetado del producto, y analizar su composición).
No obstante, también es posible contar con la planta en casa, y optar nosotros mismos por obtener el gel e áloe vera, lo que podría ser, al final, todavía más fresco si cabe. Para ello, tan solo es necesario recortar una de las hojas de áloe vera, colocar la parte interna encima de un tazón o plato, y dejar que el gel mucilaginoso salga de forma completa.
Finalmente, a la hora de usarlo es tan simple como aplicarnos el gel sobre el área de la piel que se desea tratar, aplicando mediante un suave masaje, y dejando actuar el tiempo necesario hasta que se seque por completo.
Eso sí, en caso de que no lo vayas a usar en el momento, es imprescindible saber que es posible almacenarlo y conservarlo en la nevera, manteniendo al máximo todas sus cualidades hasta el instante en que vaya a ser usado.