Aunque todavía no se puede identificar el sexo del bebé, los genitales comienzan a formarse.
En estas últimas cuatro semanas tu bebé ha tenido una evolución impresionante: su longitud es diez veces más de lo que era al inicio de la sexta semana –ahora mide 4.2 cm- y ha alcanzado los 5 gr. aproximadamente.
- Su cabeza todavía es comparativamente grande con el resto del cuerpo.
- Los orificios nasales y el labio superior pueden apreciarse y en la boca se encuentra una minúscula lengua que ya tiene papilas gustativas.
- Sus manos han separado poco a poco los dedos y comienzan a aparecer las yemas.
- Los dedos de sus pies están claramente definidos, sus tobillos están más desarrollados y sus brazos son más largos y ya tiene la capacidad de doblarlos.
- El corazón se ha dividido en cuatro compartimentos definitivos. Las dos aurículas reciben sangre de la circulación fetal mientras que los ventrículos bombean la sangre a los pulmones y al resto de su organismo.
- Su corazón late a 180 pulsaciones por minuto, el doble de velocidad que tu propio corazón.
- El sistema digestivo se está desarrollando con rapidez aunque deberá pasar algún tiempo hasta que pueda funcionar correctamente. Además, el estómago, el hígado y el bazo ya se encuentran en su sitio.
Alrededor de esta y la onceava semana concluirá el período embrionario. El nuevo feto tendrá todos sus órganos principales y sistemas orgánicos que, -al igual que el cerebro y la médula espinal- continuarán desarrollándose a lo largo del embarazo.
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