A lo largo de la historia de la humanidad los símbolos se han modificado o han evolucionado poco a poco. Algunos años atrás por ejemplo, un puño significaba ira o rabia, posteriormente se le relacionó con el anarquismo y actualmente significa unión, fraternidad y solidaridad internacional.
Sea lo que sea que este símbolo signifique o haya significado, lo cierto es que en esta etapa tu bebé – de tan sólo 22 cm y 700 gr- ya es capaz de cerrar su mano y unir sus dedos pequeños y débiles para hacer un puño fuerte.
Algún poeta dijo alguna vez que mientras podamos hacer un puño, podremos sobrevivir…
La parte superior de sus encías ya esconden a los dientes permanentes que comenzarán a aparecer después que los de leche se hayan caído (alrededor de los seis años de edad). Además, los labios y los nervios alrededor de la boca están desarrollando mayor sensibilidad, preparando a tu bebé para la tarea de encontrar tus pezones y juntos llevar a cabo la lactancia.
Sus fosas nasales comienzan a abrirse y sus pulmones ya están llenos de líquido amniótico, ayudando a tu bebé a desarrollar más bolsas de aire (alvéolos) para poder multiplicarse y más tarde expandirse. Alrededor de estas bolsas se formará una red de minúsculos vasos sanguíneos que serán esenciales para la transferencia de oxígeno al resto del cuerpo tras su nacimiento.
Los elementos que conforman su columna vertebral -33 anillos, 150 articulaciones y aproximadamente 1000 ligamentos-, han comenzado a formarse.
El cordón umbilical –a pesar de ser delgado- es fuerte y elástico. Tan sólo una vena y dos arterias corren a través de él, las cuales están recubiertas por una sustancia gelatinosa que lo hace flexible y evita que se hagan nudos, protegiendo al flujo sanguíneo entre tu bebé y la placenta.
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