Para este momento la mayor parte del lanugo habrá desaparecido, sin embargo, aún quedarán restos de vérnix para ayudar al bebé a pasar por el canal de parto.
Este lanugo que se irá desprendiendo de la piel de tu bebé será tragado por él mismo para depositarlo, junto con otras secreciones, en su intestino grueso. Esto conformará el meconio, es decir, el primer desecho producido por tu bebé.
Otro dato interesante es que en esta etapa el cordón umbilical habrá alcanzado 51 centímetros de largo, aproximadamente el mismo tamaño que tu bebé (de pies a cabeza).
Algunas de las hormonas que has producido durante todo este tiempo pueden provocar que al nacer, los genitales y pechos de tu bebé estén un poco hinchados. Estas características deberán desaparecer dentro de poco tiempo, cuando tu bebé ya no dependa en lo absoluto de tu suministro de sangre.
Como te habrás dado cuenta conforme transcurrieron todas estas semanas, tu bebé fue sufriendo cambios y evoluciones impresionantes, sin embargo, se seguirá desarrollando aún después de nacido. Por ejemplo, un recién nacido no tiene menos de 300 huesos –los adultos tienen 206-, y muchos de ellos se unirán conforme crezca.
En esta semana tu bebé mide 36 cm y pesa 3.250 kg.
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