Al comenzar el trimestre el feto mide entre 7.5 cm a 10 cm, y tiene un peso aproximado de 30 gramos.
Las molestias del primer trimestre como orinar con frecuencia, fatiga, náuseas y vómito disminuirán a partir de este momento. Los pechos comenzarán a aumentar de tamaño y a producir calostro, por lo que quizá sea necesario comprar unos protectores o brassieres especiales.
En este trimestre la piel del bebé comienza a cubrirse de lanugo, un vello fino que cambia después del nacimiento. Además, tiene ya varias partes de su cuerpo y es posible que se pueda chupar el dedo. Los investigadores piensan que, probablemente, estos y otros movimientos corresponden al desarrollo de los impulsos cerebrales.
Durante el embarazo es importante que la mujer se duerma sobre un costado, preferentemente el izquierdo, con una pierna cruzada sobre la otra y con una almohada entre las piernas. Este es la mejor posición tanto para la madre como para el feto, ya que no sólo permite un flujo máximo de sangre y nutrientes hacia la placenta, sino que además favorece la función renal, lo que significa una mejor eliminación de los productos residuales y de líquido y menos hinchazón de los tobillos, los pies y las manos.
Por otro lado, es importante tomar en cuenta realizarte varios tipos de pruebas prenatales para descartar defectos y enfermedades congénitas. Dichas pruebas pueden ser: amniocentesis, la prueba de marcador múltiple, etc.
Seguramente durante las noches se endurezca tu abdomen o sientas una especie de contracciones, éstas son conocidas como contracciones de Braxton Hicks.
Además:
Consulta con tu ginecólogo tu tipo de sangre, ya que si eres RH negativo podrías requerir una prueba de anticuerpos.
Al final de este trimestre tu bebé pesará entre 1.15 kg. y 1.30 kg. Su cerebro ya está activo y se comienzan a generar tejidos cerebrales