Riesgos de la fecundación in vitro

¿Cuáles son los riesgos de la fecundación In Vitro?

Aunque la infertilidad es un problema que causa mucha ansiedad a muchas mujeres, la fecundación In Vitro no está exenta de riesgos.

Los grandes avances de la tecnología en el campo de la reproducción asistida  han concedido y conceden a las mujeres lograr el embarazo, cuando otros métodos más naturales pero poco efectivos no han dado resultados.

En el caso de la conocida como fecundación in vitro consiste en una técnica de reproducción utilizada desde los años 70 como la mejor opción para que muchas mama´s logren tener un bebé. 

Gracias a Robert Edwards por su aporte en la medicina y su grandísimo descubrimiento recibió el premio Nobel de Fisiología o Medicina en 2010.

Los últimos estudios realizados hace un par de años, han calculado que alrededor de unos 6 millones de bebés han nacido bajo la técnica de fertilización in vitro (FIV).

Gracias a esta técnica muchas parejas que han decidido formar una familia y en especial las mujeres por conseguir el embarazo y por consiguiente tener un bebé, cumplen su sueño de ser padres  y logran una meta que en ocasiones conforma un camino largo y duro.

La fertilización in vitro consiste en fecundar un óvulo extraído de la mujer en un ambiente óptimo y seguro para su desarrollo y volver a implantarlo en el útero de la futura mamá siendo un embrión.

El embrión puede implantarse en las trompas de Falopio para que termine de hacer su recorrido hasta el útero y por si solo se implante correctamente o colocarlo directamente de manera intravaginal en el útero. 

La fecundación in vitro implica un procedimiento basado en varias fases o etapas, en las que una a una y de manera cuidadosa la fecundación se hará efectiva. 

¿Cómo se hace una fecundación in vitro?

Los pasos a seguir son:

Se elimina el ciclo menstrual, con la ayuda de medicación que dura alrededor de 2 semanas.

Estimulación ovárica, con la ayuda de medicación hormonal, se consigue que la mujer fabrique más hormona FSH que es la encargada de producir más óvulos y así tener más opciones a la hora de fecundar.

Recolecta de los óvulos mediante “aspiración folicular”. Este proceso consiste en aspirar los huevos de cada ovario por medio de una aguja insertada a través de la vagina.

Inseminación y fertilización de los óvulos extraídos en una cámara adecuada y óptima para que se produzca la fertilización. Cuando el óvulo se fecunda se divide y se convierte en embrión. Es momento de implantar el embrión en el útero de la mujer y administrar hCG, que es la hormona encargada de revestir el embrión para recibir al huevo fecundado.

Transferencia de embriones es el último y delicado paso que se realiza mediante un catéter, introduciendo por la vagina hasta el útero, en ocasiones se implanta más de un embrión, aunque es decisión de los futuros padres que así sea.

Como todos los procesos antinaturales, cada fase o etapa tiene sus riesgos y son muchas las ocasiones en las que el proceso no sale con los resultados esperados. 

¿Qué riesgos pueden surgir?

En cuanto a los riesgos más frecuentes que suelen suceder son: 

En la fase de estimulación ovárica, quizá la fase más controvertida ya que muchas mujeres suelen sufrir de distensión abdominal, dolores de cabeza o cambios en los estados de ánimo. 

Es probable que muchas de éstas mujeres padezcan también de náuseas o vómitos, irritabilidad, sofocos e insomnio.

Otro de los efectos menos probables que pueden acarrear este método es el síndrome de la hiperestimulación ovárica (SHO), pues los ovarios que han estado sometidos a una estimulación hormonal excesiva, responden generando más óvulos provocando, dolor abdominal y dificultad para respirar.

En la recolecta de los óvulos, la aspiración folicular intravaginal suele acarrear efectos como sangrado, mala aceptación del anestésico, infecciones, o pequeños daños en la vejiga o el intestino.

En la fase de inseminación y fecundación de los ovocitos también puede desentrañar riesgos, y es que la fecundación no se logre completar, y las posibilidades disminuyan.

Otros riesgos asociados

Como bien explicamos anteriormente, en la transferencia de embriones se pueden implantar más de un embrión, lo que conlleva a un embarazo múltiple, y éste a su vez, aporta más probabilidades de desarrollar problemas como malformaciones congénitas, parto prematuro, preeclampsia, bajo peso del bebé al nacer, o un parto más instrumentado.

Efectos de la medicación

Después de la implantación de los embriones, la mujer recibirá suplementos de progesterona durante el primer trimestre, solo así se afianzará que el embrión implantado sea exitoso. 

Dicha hormona, también puede provocar efectos secundarios como: aborto involuntario, embarazo ectópico, hipertensión, muerte intrauterina, entre otros.

Aborto involuntario

El aborto involuntario o espontáneo es una de las causas más frecuentes de la pérdida del embarazo y es que, cuando sucede este fenómeno, es porque existe un número anormal de cromosomas, y el embrión no es viable para la vida.

En los embarazos y partos múltiples, la madre tendrá más riesgo de sufrir diabetes e hipertensión, y por supuesto los bebés nacerán con más bajo peso.

Como vemos, aún cuando son algunos los riesgos que pueden surgir a consecuencia de la fecundación in vitro, también es cierto que, en la mayoría de las ocasiones, suelen controlarse con la práctica de una supervisión médica completa y rigurosa, de manera que es muy común que el especialista concierte citas médicas con la futura mamá de manera más común y extendida, en comparación con un embarazo o gestación "normal".