Comer fruta se convierte en una opción ideal a la hora de disfrutar, por lo general, de una buena salud, gracias a su elevado contenido en nutrientes y fibra, destacando de hecho por su increíble riqueza nutritiva y su bajo contenido en grasas, motivo por el cual son fundamentales en nuestra alimentación diaria.
Seguramente sepas que existen una amplia variedad de frutas. Algunas de ellas podemos disfrutarlas todo el año, mientras que otras frutas se caracterizan por ser variedades de temporada.
En el caso de las fresas, podemos encontrarlas fácilmente en los mercados de temporada entre los meses de marzo a julio, proporcionando a la frutería ese color rojizo brillante tan característico (aunque es cierto, todo hay que decirlo, que esta tonalidad depende específicamente de la variedad ante la que nos encontremos).
En cualquier caso, sí es cierto que las fresas se constituyen como una destacada fuente de vitaminas y minerales, entre los que destacan, sobre todo, la presencia de ácido fólico y vitaminas C y E, entre otras.
Pero, ¿qué beneficios proporcionan y por qué son tan indispensables a la hora de seguir una alimentación lo más variada, natural y saludable posible?
Alto contenido nutritivo
Se convierten, sin duda alguna, en una excelente fuente de vitamina C, un nutriente sumamente conocido por sus interesantes cualidades antioxidantes, útil para evitar el estrés oxidativo y reducir la acción de los radicales libres, que tienden a relacionarse con la aparición de enfermedades crónicas.
También se ha demostrado que es una vitamina esencial para el funcionamiento del sistema inmunológico, así como para la piel, al proporcionar cierta hidratación y, a su vez, al estimular la producción de nuevo colágeno (que es un elemento indispensable en el mantenimiento de la estructura de la piel).
Contiene manganeso en altas cantidades, además de ácido fólico (o vitamina B9, indispensable antes y durante el embarazo), y potasio (útil, por ejemplo, a la hora de evitar la retención de líquidos y reducir la tensión arterial).
Su contenido total en hidratos de carbono es relativamente bajo, de tal manera que 100 gramos de fresas proporcionan al rededor de 9 gramos. Mientras que su índice glucémico es relativamente bajo, ya que apenas es de 40.
Respecto a su contenido en fibra, ¿sabías que alrededor del 30 por ciento del contenido de hidratos de carbono de las fresas son fibra? De esta manera, 100 gramos de fresas proporciona alrededor de 2 gramos de fibra (y lo que es aún mejor, tanto fibra soluble como fibra insoluble).
Como de buen seguro sabrás, la fibra es esencial a la hora de mantener un adecuado tránsito intestinal, puesto que alimentan las bacterias beneficiosas naturalmente presentes en nuestro intestino, mejorando con ello la salud digestiva. Además, es útil para bajar de peso, puesto que proporciona saciedad.
Ayudan a adelgazar
Como ya te hemos mencionado brevemente en el apartado anterior, las fresas, por su elevado contenido en fibra dietética, pueden ser particularmente interesantes a la hora de bajar de peso.
Precisamente, la fibra proporciona una serie de beneficios añadidos muy útiles e interesantes. Por ejemplo, normaliza los movimientos intestinales, reduce los niveles de colesterol, mantiene la salud intestinal y, finalmente, es de mucha utilidad a la hora de conseguir un peso mucho más saludable.
Por este motivo, ayuda a aumentar la sensación de saciedad, sobre todo durante más tiempo después de haber comido, por lo que es una opción excelente como tentempié.
Ideales para aumentar la energía
La mayor parte de los carbohidratos que encontramos en las fresas son hidratos de carbono simples, que pueden convertirse en energía de manera bastante rápida. Por tanto, son ideales para la merienda o antes de practicar ejercicio físico.
De esta forma, pueden convertirse incluso en un excelente sustituto de cualquier otra merienda o tentempié menos nutritivo y sano, gracias a su elevado contenido en fibra y otros nutrientes esenciales saludables.
Ayudan a fortalecer y mejorar la visión
Las fresas destacan por su elevadísimo contenido en vitamina C, tal y como te hemos mencionado ya en un apartado anterior. Aunque es cierto que ya te hemos hablado acerca de algunos de los principales beneficios de esta vitamina, posiblemente una de las propiedades o efectos menos conocida es su cualidad para mejorar la visión.
De hecho, se ha demostrado que la vitamina C puede ser de mucha ayuda a la hora de disminuir el riesgo de cataratas, ralentizando la progresión de la conocida como degeneración macular relacionada con la edad, y promover, a su vez, la salud de los diferentes vasos sanguíneos oculares.
Mantienen los vasos sanguíneos más saludables
La vitamina C naturalmente presente en las fresas también podrían ser interesantes a la hora de mejorar la salud de los vasos sanguíneos. De esta manera, no solo conseguiría reforzarlos, sino que sería de mucha utilidad a la hora de disminuir los niveles de colesterol malo.
Como sabes, el colesterol malo (también conocido médicamente como colesterol LDL) tiende a acumularse en las arterias formando placas, lo que, a la larga, puede convertirse en un problema para la salud cardiovascular, al aumentar el riesgo de ataques cardíacos y otros problemas relacionados.
Por suerte, se ha demostrado que un consumo regular de fresas ayudaría a fortalecer los vasos sanguíneos, a la vez que se reduciría el nivel elevado de colesterol LDL, gracias, sobre todo, a su elevado contenido en fibra.
Como vemos, a la hora de disfrutar de los beneficios que nos proporcionan las fresas, basta con consumir un puñado de fresas diariamente. Eso sí, en aquellos momentos en los que las encontremos de temporada. En caso contrario, tendríamos que optar por fresas congeladas (aunque, como ya han demostrado muchos estudios, los alimentos congelados no tienen a perder propiedades ni cualidades nutritivas).