Reflexología

Reflexología: qué es, beneficios y para qué sirve

La terapia de la reflexología es excelente para el alivio de dolores musculares y estrés. Una alternativa de la medicina tradicional que da resultados.

Reflexología
La reflexología es una terapia alternativa con excelentes beneficios para la salud. | Foto: Istock

¿Sabías que la reflexología se remonta a varios milenios, y se basa en el conocido como principio de Qi, la “energía vital” en la base de la Medicina Tradicional China y los distintos meridianos de acupuntura

Fue desarrollada por primera vez en Egipto, durante la Antigüedad, para luego experimentar un auténtico auge en China, concretamente en el año 3000 a.C.

Posteriormente, muchos milenios después, la reflexología acabó desarrollándose en Occidente a comienzos del siglo XX, y su práctica, hoy en día, se basa principalmente en los trabajos y estudios del Dr. Willian Fitzgerald y el Dr. Alfons Cornelius de Eunice Ingham.

¿Qué es exactamente la reflexología?

La reflexología se basa en el hecho de que determinadas partes del cuerpo (lo que incluye no solo los pies, sino también las manos, orejas y la cara) son representaciones del cuerpo humano.

Estas partes se encontrarían formadas por una serie de zonas reflejas correspondientes a distintos órganos, glándulas u otras partes diferentes de la propia anatomía corporal. Se basa en la realización de presiones manuales sobre estas áreas, que pueden actuar sobre el flujo de energía y equilibrio del organismo

De acuerdo a las bases teóricas de esta disciplina, existen en el pie, la mano, la oreja y el rostro una cartografía de todo el cuerpo. Esta especie de mapeo estaría compuesto por zonas reflejas, cada una de las cuales estaría asociada con un determinado órgano, una glándula o una parte en sí del cuerpo.

Así, la asociación entre la zona refleja y la parte del cuerpo correspondiente sería a través de las terminaciones nerviosas.

De esta manera, trabajando de forma manual las zonas reflejas presentes en los pies, las manos, el oído o la cara, el principio de la reflexología ofrecería la posibilidad de actuar a distancia sobre la parte del cuerpo que se encontraría vinculada a esta zona refleja.

Existen distintos tipos de reflexología: plantar (las técnicas de reflexología plantar se distinguen por sus diferentes prácticas formadas en distintas partes del mundo), palmar (mano), facial (cara) y, finalmente, auricular (orejas, en la que se practica con agujas o con la ayuda de un estilete):

Reflexología plantar (pie)

Se trata, casi sin ninguna duda, de uno de los tipos de reflexología más conocidos, populares y comunes. Tiene en consideración que el pie se trataría de una representación en miniatura del cuerpo, donde cada punto se correspondería con un órgano o con una parte del cuerpo.

Ambos lados del pie aliviarían la mitad derecha, la mitad izquierda del cuerpo y los principales órganos en general (hígado, riñón, bazo y pulmones). Dicho de otra forma, la reflexología plantar ayudaría a calmar el cuerpo a través del pie.

Reflexología palmar (mano)

Consiste básicamente en masajear las manos estimulando los puntos reflejos presentes en esta área particular del cuerpo. La mano sería, por ejemplo, como el pie, un reflejo de nuestro cuerpo, por lo que masajeando la mano ayudaría a activar puntos reflejos.

Reflexología auricular (oído)

Se basa principalmente en el masaje de la oreja, que también contendría una serie de puntos de presión determinados, que se encuentran ubicados en el pabellón auricular. 

Este tipo de reflexología (conocida con el nombre de reflexología auricular) es eficaz a la hora de aliviar el dolor y determinadas adicciones, en particular la adicción al tabaco.

Reflexología facial / craneal (cabeza)

El rostro es una zona reflexogénica realmente importante. De hecho, se caracteriza por ser la parte más activa del cuerpo, por lo que ayuda a aliviar los dolores tanto de cabeza como las propias migrañas en sí.

Por otro lado, a nivel biológico, los expertos creen que la reflexología ayudaría a estimular los nervios en conexión con varios órganos, provocando la producción de endorfinas o aumentar la circulación de la linfa en el cuerpo, mecanismos que, a fin de cuentas, podrían ser de muchísima ayuda a la hora de explicar su eficacia.

¿Para qué sirve la reflexología?

Uno de los principales beneficios de la reflexología es que ayudaría a activar el proceso de autocuración natural del organismo, reequilibrándolo. Dicho de otra forma, la reflexología permitiría, en particular, aliviar ciertos dolores y drenar muchas de las toxinas presentes en el organismo.

De hecho, a partir de los primeros quince minutos, la reflexología origina un estado general de relajación. Por este motivo, tal y como conoceremos en el apartado especialmente dedicado a ello, esta práctica tendría el efecto de reducir la ansiedad, sobre todo la asociada a la menopausia y los síntomas del síndrome premenstrual, reducir el estrés y las emociones negativas y, finalmente, mejorar el sueño.

¿Cómo son las sesiones de reflexología?

Durante la primera sesión, el terapeuta recopila información sobre su paciente, con la finalidad de comprender los motivos que le han llevado a visitar su consulta, así como para identificar su estado de salud general. Dependiendo de su especialidad, estimulará el pie, la mano, la cara o la oreja de la persona.

Durante el proceso de estimulación, el paciente produce una serie de respuestas vegetativas visibles, como enrojecimiento, aumento de la respiración y de la frecuencia cardíaca, escalofríos o temblores. Son signos de una alteración en el área del cuerpo que se encuentra principalmente asociada con la zona refleja que está siendo estimulada.

Por lo tanto, el reflexólogo analizará las manifestaciones físicas del individuo, adaptando su tratamiento en función de las mismas.

El final de la sesión, por lo general, ocurre con un momento de discusión en el que el paciente expresa sus sentimientos. Eso sí, la duración de la sesión dependerá exclusivamente del problema a tratar de cada paciente. Aunque, por lo general, una consulta tiende a durar alrededor de una hora.

Por otro lado, la frecuencia de las sesiones variarán de una persona a otra, sobre todo en función del problema y de las expectativas de cada paciente. Unas pocas sesiones, o incluso una sola, pueden ser suficientes para aliviar una determinada dolencia reciente (como, por ejemplo, podría ser el caso de un dolor de espalda).

Eso sí, es necesario un trabajo mucho más prolongado para el tratamiento y alivio de problemas crónicos.

En cualquier caso, las respuestas a la reflexología pueden ser ciertamente variables, lo que significa que algunas personas reaccionarán muy rápidamente a sus efectos, mientras que, otras, lo harán después de varias sesiones.

Principales beneficios de la reflexología

Tal y como han mostrado una buena cantidad de diferentes estudios científicos, a continuación te descubrimos algunos de los principales beneficios de la reflexología.

Ayuda a aliviar la ansiedad

Como manifiestan muchos especialistas, es cierto que la ansiedad y el estrés van de la mano, lo que significa que la reflexología puede ser ciertamente útil y eficaz a la hora de aliviar esta situación.

En el año 2002 se llevó a cabo un ensayo en 67 mujeres posmenopáusicas, con edades comprendidas entre los 45 a los 60 años de edad, que recibieron de manera aleatoria un total de 9 sesiones de reflexología, o masajes de pies no específico (grupo de control).

A la hora de evaluar su efectividad en el tratamiento de la ansiedad, en base a un cuestionario psicológico, los científicos encontraron que, si bien es cierto que la reflexología no era más efectiva que el masaje de pies inespecífico para el tratamiento de los síntomas psicológicos que ocurren durante la menopausia, sí condujo a una disminución del 50 por ciento de la ansiedad, que superó dos veces al grupo de control. 

Reduce los dolores de cabeza 

Como hemos visto, la reflexología ha demostrado ser ciertamente útil e interesante en el tratamiento y reducción de los diferentes síntomas asociados tanto al estrés como a la ansiedad. Pero investigadores daneses, en la década de 1990, también observaron cómo la reflexología podal podía ser de cierta utilidad a la hora de reducir los síntomas de los dolores de cabeza y migrañas.

Uno de los estudios más importantes, publicado en el año 1999, trabajó con un total de 220 pacientes y 78 reflexólogos durante un período de 6 meses.

Después de solo 3 meses de tratamiento, el 81 por ciento de los pacientes dijeron que sus tratamientos habían ayudado significativamente, o incluso curado por completo, sus problemas de cabeza.

Por otro lado, el 19 por ciento de los pacientes que solían recurrir a la medicación con la finalidad de controlar el dolor pudieron dejar de tomar el tratamiento prácticamente por completo.

Ayuda a combatir la diabetes tipo 2

Aún no se ha comprobado que la reflexología pueda afectar de forma directa al nivel de azúcar en sangre. Pero sí es cierto que, en la actualidad, se están llevando a cabo distintos ensayos clínicos para identificar si la reflexología puede ser de utilidad, o no, a la hora de reducir el dolor y la incomodidad que pueden experimentar las personas con diabetes tipo 2.

Recientemente, un estudio publicado en la revista ‘Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine’, mostró que la reflexología había ayudado a reducir el dolor, corregir problemas asociados a la sensibilidad térmica y vibratoria y, además, a mejorar el control del azúcar en sangre.

Esto sugeriría, como manifiestan los científicos, que, algún día, podamos aprender más acerca de cómo la reflexología podría ayudar a combatir o incluso prevenir la diabetes tipo 2.

Reduce los síntomas del síndrome premenstrual

Se estima que cerca del 50 por ciento de las mujeres padece dolor menstrual (lo que médicamente se conoce con el nombre de dismenorrea). El síndrome premenstrual adopta muchas formas, y afecta a cada mujer de distintas maneras.

En Irán, en la Universidad de Ciencias Médicas de Isfahan, se llevó a cabo un estudio con 68 participantes que tenían dismenorrea primaria.

Se probaron dos tratamientos: 400 mg de un antiinflamatorio no esteroideo, una vez cada ocho horas durante un período de tres días durante tres ciclos menstruales consecutivos, o 10 sesiones de reflexología de 40 minutos durante dos ciclos mensuales consecutivos.

Es esencial señalar que el grupo de reflexología cubrió un total de dos meses de tratamiento, mientras que el grupo a base de antiinflamatorios duró un total de tres meses.

Con todo ello, la reflexología se asoció con una reducción tanto en la intensidad como en la duración del dolor menstrual, en comparación con el otro grupo que únicamente estaba con antiinflamatorios. Como manifiestan los expertos, se encontró que la reflexología podal promovería no solo la curación, sino el manejo del dolor. 

Durante el tercer mes, cuando únicamente se administró antiinflamatorios (sin el uso de la reflexología), se encontró que los efectos curativos a largo plazo de la terapia continuaron funcionamiento, superando incluso a los resultados obtenidos de reducción del dolor con el fármaco.

Ayudaría a curar la sinusitis

Científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos, evaluaron a un total de 150 adultos con síntomas de infección crónica de los senos nasales, que médicamente es conocida con el nombre de sinusitis.

El objetivo del estudio fue comprobar el impacto de la reflexología en la infección crónica de los senos nasales durante un período de dos semanas, en comparación con el tratamiento médico a base de irrigación nasal.

De acuerdo a los resultados obtenidos, se observó una mejora significativa y equivalente después de 2 semanas de intervención en cada uno de los grupos de tratamiento. Es más, por lo general, el 70 por ciento de los participantes dijeron haber observado una mejora a través de la reflexología. Y lo que fue aún más importante: el 35 por ciento disminuyó la ingesta de fármacos.

Ayudaría a combatir determinados síntomas del cáncer

Aunque no se ha demostrado que la reflexología afecta directamente a las células cancerosas, la revista británica ‘Nursing Standard’ publicó un estudio controlado en el que el cien por cien de los pacientes afirmaron haber visto una mejora significativa en su calidad de vida después de solo tres tratamientos.

Entre los distintos síntomas que mejoraron observaron: apetito, respiración, estreñimiento, fatiga, diarrea, náuseas, dolor, mejora del sueño, incontinencia urinaria y mejora en el estado de ánimo.

Promueve la salud del corazón

En el año 2017 un estudio publicado en la revista ‘Complementary Therapies in Medicine’, encontró que la reflexología podía ayudar a reducir de forma significativa la sensibilidad refleja de los barorreceptores, una medida de riesgo de enfermedad del corazón.

Los resultados fueron ciertamente fascinantes, y revelan que existirían ciertos puntos de presión en los pies que corresponden a la misma parte del cerebro que el reflejo barorreceptor.

No obstante, todavía hoy los científicos no conocen cómo la reflexología ayuda en sí a la salud del corazón, pero junto con los beneficios asociados a la reducción del dolor, y al aliviar la ansiedad y el estrés, no hay duda que se trata de un efecto más que probable.