A partir de esta semana, muchos de los cambios de tu bebé ya no serán transformaciones, sino adquisición de nuevas capacidades.
Es decir, conforme transcurran las semanas, éstas ya no tendrán tanto que ver con aspectos de formación, sino de maduración. Por ejemplo, tu bebé ha desarrollado una nueva habilidad: es capaz de voltear la cabeza de un lado a otro.
Las uñas de los dedos de los pies ya están completamente formadas y el pelo de la cabeza sigue creciendo.
Tu bebé continúa realizando ejercicios de respiración, actividad que fortalece sus pulmones e induce su madurez. Estudios recientes demuestran que esta práctica también provoca que los pulmones produzcan más surfactante, proteína esencial para su sano desarrollo.
Algunos otros datos…
- Aunque tu bebé sigue practicando abrir y cerrar sus ojos, duerme el 90 – 95 % del día.
- Independientemente de cuáles sean tus medidas en esta etapa, tu útero habrá expandido tanto tu abdomen que probablemente tu ombligo se habrá invertido y habrá adoptado un aspecto prominente.
- El volumen de tu sangre probablemente alcanzará el punto máximo de 5 litros, aunque algunas mujeres experimentan otro aumento entre las semanas 35 y 40. La mayor parte de este aumento se debe al plasma o al contenido de líquido del torrente sanguíneo, sin embargo, la cantidad de glóbulos rojos, que transportan el oxígeno, no aumenta al mismo ritmo. Esta reducción de glóbulos rojos por el aumento del plasma es una causa habitual de anemia al final del embarazo. Aunque en raras ocasiones se produce un problema severo, no dejes de consultar a tu médico.
- Tu bebé mide 29 cm y pesa 1.800 kg.
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